Clase 2 - La Batalla Espiritual: Primera Tentación De Jesús
CLASE NO. 2
LA BATALLA ESPIRITUAL: PRIMERA TENTACIÓN DE JESÚS
DESARROLLO DE LA CLASE
1.
ORACIÓN
2.
MOTIVACIÓN ( 5 minutos)
Preguntarles qué tipo de pan les gusta y nombrar algunos nombres de los panes dulces en nuestro país. Luego decirles que hablaremos de la
primera tentación de Jesús, donde el enemigo le incita a convertir las piedras
en pan.
3.
REPASO
DE LA CLASE ANTERIOR
ü
Todos estamos inmersos en una batalla,
una batalla espiritual contra satanás y los demonios. Pero Jesús ya venció en
la Cruz del Calvario y con Él, somos más que vencedores.
ü
Como soldados de Cristo, debemos estar
preparados para la batalla, no debemos estar distraídos, debemos conocer a
nuestro enemigo y sus tácticas de guerra, debemos conocer nuestra armas y
fortalezas.
ü
Las pruebas son necesarias no solo para conocer
qué tan maduros somos espiritualmente, sino que son necesarias para nuestro
crecimiento espiritual.
ü
El propósito de las pruebas es:
purificar nuestro corazón, son instrumento para el crecimiento espiritual (Job),
nos preparan para el servicio a Dios (Oseas), nos permiten un verdadero amor a
Dios (Pedro).
ü La
tentación es la invitación al pecado que se puede originar en nuestro interior
(nuestra propia carne – concupiscencia) o en el exterior (inducida por el demonio
por el mundo).
ü Las
armas principales del cristiano en la lucha contra la tentación: a) Palabra de Dios, b) Sacramentos, c)
Oración.
4.
PRESENTACIÓN
Este día continuaremos hablando sobre las
tentaciones. Estudiaremos lo que sucedió en la primera prueba de Jesús en el
desierto.
5.
DESARROLLO
DE LA CLASE
Leamos
en el Evangelio según San Mateo 4, 1-4
Luego el Espíritu llevó a Jesús al desierto, para que el diablo lo
pusiera a prueba.
Estuvo cuarenta días y cuarenta noches sin
comer, y después sintió hambre. El diablo se acercó entonces a Jesús para
ponerlo a prueba, y le dijo: —Si de veras eres Hijo de Dios, ordena que estas
piedras se conviertan en panes.
Pero Jesús le contestó: —La Escritura dice:
“No sólo de pan vivirá el hombre, sino también de toda palabra que salga de los
labios de Dios.”
Lo
primero que debemos destacar, es que antes de que Jesús fuera llevado al
desierto, él había recibido al Espíritu Santo en el Bautismo. Su condición era
plena.
Si
leemos los capítulos 3 y 4 del evangelio de San Lucas, así como muchas partes
del evangelio, aprenderemos que la primera condición para servir a Dios es LA
EXTIRPACIÓN DE NUESTRO EGOÍSMO, arrancarlo desde la raíz.
La
enseñanza de las tentaciones de Jesús, es que los dones que hemos recibido del
Señor, jamás los debemos usar para intereses personales, ni por retos, aunque
éstos parezcan fuertes e importantes.
Loa
40 días de ayuno de Jesús, son simbólicos:
·
Moisés pasó en el monte Sinaí por 40
días antes de bajar con las tablas de la ley.
·
40 días duró la lluvia durante el
diluvio.
·
El pueblo de Israel pasó 40 años en el
desierto.
Los
cuarenta días significan “el tiempo suficiente” “lo que tiene que durar”
Al
final de esos 40 días de oración y ayuno, Jesús siente hambre. Es entonces
cuando el diablo aprovecha las ocasiones de debilidad para mandarnos
sugestiones que nos apartan de la voluntad de Dios y de su amor.
1ª. Pedro 5,8
8 Sean prudentes y manténganse
despiertos, porque su enemigo el diablo, como un león rugiente, anda buscando a
quien devorar.
Se
acerca entonces a Jesús sugiriéndole que use su poder.
La primera tentación de Jesús fue “SI ERES HIJO DE DIOS, DI
A ESTAS PIEDRAS QUE SE CONVERTAN EN PAN”
Con esto, el diablo vería que tan fuerte era Jesús, que tan
sugestionable. Le pide que use su poder para un beneficio personal, aprovecha
su hambre para ponerle la tentación contraria. Jesús vence esta tentación
contestando:
“NO SOLO DE PAN VIVEE EL HOMBRE, SINO DE TODA PALABRA QUE
SALE DE LA BOCA DE DIOS”
Con esta respuesta, Jesús nos enseña cómo debemos actuar
cuando estamos a su servicio: no usando el poder de lo alto para nuestro
provecho. Jesús sí tiene el poder de hacer este milagro:
San Mateo 14, 19-21
19 Entonces
mandó a la multitud que se sentara sobre la hierba. Luego tomó en sus manos los
cinco panes y los dos pescados y, mirando al cielo, pronunció la bendición y
partió los panes, los dio a los discípulos y ellos los repartieron entre la
gente. 20 Todos comieron hasta quedar satisfechos;
recogieron los pedazos sobrantes, y con ellos llenaron doce canastas. 21 Los
que comieron fueron unos cinco mil hombres, sin contar las mujeres y los niños.
Satanás sabe que toda necesidad física requiere ser
satisfecha y si nos hemos acostumbrado a tener siempre los cinco sentidos muy
satisfechos, él tentará por ese lado.
Por eso debemos fortalecernos contra éste tipo de
tentaciones, acostumbrándonos a vencer nuestros sentidos, y la forma de vencerla
cuando nos llega es la misma que usó Jesús: “No solo de pan ……”
Lo que quiere decir que debemos llenarnos de las cosas
espirituales como la oración, la lectura de la palabra, el congregarnos (la
comunidad) y el servicio a los demás.
Esta tentación es muy amplia. El diablo puede sugerirnos
calmar nuestra hambre de comida y bebida, de placeres sexuales ilícitos, de
aromas, de toda clase de sensualidades y nos disfraza todo esto como “lícito”,
pues es astuto y falso.
Nos va a presentar estas cosas como “necesarias” por
nuestra condición social, por ganarnos amigos, incluso hasta como una forma de
ganar personas para cristo.
·
“es que tú te mereces tus gustitos, si para eso trabajas”
·
“si una no es ninguna, además, si no lo haces, tus amigos
van a pensar que tu mujer te manda y el que manda eres tú”
·
“si tu eres la reina de la casa y por eso te deben
consentir tus caprichos”
·
“si Dios me diera un carro más chivo y más grande, hasta
puedo darle ride a los hermanos de la comu”
·
“si tuviera una casa adecuada (más grande), hasta podría
hacer una casa de oración en ella”
·
“si ganara más, diezmara y hasta le pagaría el retiro a más
personas”
La verdad es que el enemigo te puede tentar a que quieras
tener más de lo que Dios te da en administración para que tengas una mejor
“calidad” de vida.
¡¡¡No debemos dejarnos engañar por el enemigo y debemos
vencerlo como Jesús lo hizo!!!
SALIR VICTORIOSOS
Cuando vencemos una tentación, es casi seguro que después
vendrá una más fuerte, pues el demonio lo que desea es vernos vencidos. Pero
también con cada tentación vencida con el poder de Dios, salimos fortalecidos y
con mayor poder para vencer la siguiente, aunque sea más fuerte.
Debemos estar prevenidos y hacernos fuertes, venciendo
nuestros apetitos por algo. ¿Cómo hacerlo?
1.
El ayuno:
Hemos oído que muchos santos
hacían con frecuencia distintas formas de penitencia y mortificación.
Cuando vencemos en este
sentido, debemos procurar que no sea en forma orgullosa, con la soberbia de que
nuestra voluntad es fuerte y poderosa, sino al contrario, con la humildad total
que se apoya en el Señor como en su sola fuerza, su solo poder, y pensando que
si emprendemos esa batalla y seseamos vencer, es con la sola meta de ser en sus
manos, instrumentos más dóciles para que Él nos utilice plenamente.
2.
La oración:
Es un arma poderosa para
vencer las tentaciones. Debemos pedir siempre al Señor su fuerza y su amparo,
especialmente contra las tentaciones inesperadas. El Padre Nuestro es una
poderosa oración en donde podemos poner toda nuestra voluntad y énfasis en la
parte que dice “y no nos dejes caer en tentación y líbranos del mal” pues
nuestro Padre desea nuestro triunfo sobre satanás y sus ardides. Él nos
protegerá siempre contra sus ataques.
AMÉN
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